domingo, 30 de octubre de 2011

DILES QUE NO ME MATEN, Juan Ruflo



Diles que no me maten es un cuento del escritor Juan Ruflo que nació en Sayula, Jalisco, el 16 de mayo de 1917, fue un escritor mexicano, perteneciente a la generación del 52, y así, entre 1926-1929 fue testigo presencial de varios episodios de la rebelión cristera. Entonces, quién mejor que él para plasmar la vida de la gente de pueblo mediante cuentos regionalistas de mucho contenido. 

Diles que no me maten es una historia es sencilla pero de mucho contenido que está vigente hasta nuestros días. Podría decir que esta historia se encuadra en un género épico-narrativo en tercera persona limitada y el esquema estructural que usa el autor es convergente. Para situar al lector en la historia, el autor usa episodios de diálogo. El enfoque principal del cuento tiene lugar cuando se genera un pleito entre dos personas de un pueblo por obtener tierras fértiles durante una extensa sequía, pleitos tan comunes de la gente de estas poblaciones que podrían tener lugar en nuestros tiempos.

El autor cuenta la historia por medio de narración, pero ¿qué ocurre en la historia? Justino, un hombre que viví en un pueblo en época de escasez no tenía como alimentar a sus animales motivo por el cual pidió a su vecino y compadre Guadalupe “don Lupe” que le deje alimentarse a sus animales con sus pastizales a lo que don Lupe contesto negativamente. El tiempo transcurría y los animales parecían estar cerca de la muerte por falta de alimento, es así, que Justino abrió la reja que divide los terrenos suyo y de su compadre y dejo pasar a los animales para que se alimenten. Al otro día, don Lupe cerró nuevamente la reja y en la noche Justino volvió a abrirla para que sus animales se alimenten. Don Lupe mata un novillo de Justino y éste, al ver que su compadre no le ayuda a alimentar a sus animales en medio de tanta sequia y tiene tan brusca respuesta, decide matarlo, y años después el hijo de su compadre difunto lo busca para vengar la muerte de su padre. 

Claramente la historia narrada por el autor es una forma de plasmar la realidad que se vive hasta la actualidad en muchos pueblos y los alcances de los pueblerinos frente a momentos de desesperación como una sequía. Frente a esta historia, el autor me hace cuestionar cómo pueden ser tan amigos estos dos hombres y hasta compadres, si a uno lo consume su egoísmo y al otro la envidia.

Finalmente, Justino es juzgado por el hijo de don Lupe quien solicita que Justino sufra las consecuencias la muerte de su padre. Frente a esto, Justino invocando piedad pide que no le maten, porque a ha sufrido mucho todos esos años tratando de esconderse y haciendo entender a la gente el motivo de la decisión de matar a Don Lupe.

sábado, 29 de octubre de 2011

El impulso que el Boom Latinoamericano le dio a la literatura.


Hay varios criterios de eruditos que se refieren al Boom como un hecho existente, y otros que niegan su existencia. No obstante, me parece importante señalar que encuentro la trascendencia de este desenvolvimiento  literario en el hecho que fue plasmado como resultado de la búsqueda y éxito de la independencia cuando en realidad Latinoamérica no contaba con una identidad definida.  

En este sentido, comparto estrictamente el criterio de Carlos Fuentes manifestado en La Nueva Novela Hispanoamericana, por medio del cual manifiesta que la novela latinoamericana surgió como la crónica inmediata de evidencia en países sometidos a la oscilación pendular entre la dictadura y la anarquía, países en los cuales la única constante ha sido la explotación y la evidente des provisión de canales democráticos  de expresión. En esta realidad, carente de verdadera información, el novelista individual se vio compelido a encarnar simultáneamente el papel de legislador, reportero, revolucionario y pensador[1].

Es en virtud de lo anteriormente mencionado que surge la nueva novela con características populistas, en la cual los protagonistas son los propios escritores, pero su novela no les cambia la realidad, porque esta realidad los sitúa en la misma historia y rechaza la realidad que desean y anhelan. 

Si nos remontamos a la época quizá entendamos que el único medio de defensa, de expresión y de esperanza al que se remitieron los grandes de la nueva novela, a causa de la represión que vivían muchos pueblos latinoamericanos, era el darle un nuevo rumbo a la literatura y plasmando a través de la pluma y el papel la dura realidad para dejar constancia de los atropellos en los que incurrían los mandatarios invocando soberanía e independencia.


[1] Fuentes, Carlos. La Nueva Novela. Editorial Joaquín Mortiz S.A., México, pág. 11.

La Revolución Cubana y el Boom, los íconos de América Latina en los sesentas.



Sin duda alguna, en los años sesenta, América Latina se hizo visible en el plano internacional por dos factores que cambiaron el rumbo de aquel entonces; la Revolución Cubana encabezada por Fidel Castro, y el Boom Latinoamericano que surgió como un “accidente histórico” encabezado por Vargas Llosa (quien lo define así), Cortázar, Fuentes y García Márquez; sin olvidar la nueva generación en la que encontramos a Borges, Carpentier, Vallejo y Neruda a criterio de Gerald Martin. 

El Boom latinoamericano, por su parte y como ícono que caracteriza a América Latina, goza de una extraña  existencia polémica que no cuadra en las verdaderas controversiales porque nadie quiere atribuirle su definición, solo queda constancia de rumores y escaramuzas impulsadas por detractores de los regímenes de turno en los países de Latinoamérica; así, la historia los presenta como detractores aterrados ante la amenaza de ser excluidos de la lista de honor que contenía los nombres dignos de figurar como los precursores de la nueva novela, así es como se inventó el Boom para José Donoso[1].  A pesar de haber sido catalogado como ficticio, es innegable el hecho que por circunstancias histórico-culturales este fenómeno ha recibido atención internacional y de una u otra forma, se ha logrado transmitir el mensaje que la nueva novela pretendía desperdigar al mundo: la realidad de Latinoamérica. 


  

El Boom Latinoamericano, real o ficticio, valioso o negligible, es una creación de la histeria, de la envidia y de la paranoia (DONOSO); y toma tal presencia que los portadores de esta literatura por primera vez fueron partícipes de la publicación de sus novelas a nivel internacional. El boom se propaga, según explica Gerald Martin[2], en la clase media a quien los escritores representaban de muchas maneras. Así, el mundo enfocó su atención en la nueva literatura que surge en Latinoamérica en los años sesenta que representa, según un sector doctrinario, una ficción de la imagen que vivían tanto los escritores como el pueblo al que personificaban, y según el sector contrario, una canalización de vivencias humanistas y socio-culturales a través de la literatura.


[1] Donoso, José. Historia Personal del Boom. Editorial Santillana,  Chile, Pág. 15.
[2] Martin, Gerald. Boom, Yes; “New” Novel, No: Further Reflections on the Optical Illutions of the 1960s in Latin America.